
Gallego de nación, militar y diputado a Cortes por la provincia de Orense, Urbano Feijóo llegó a administrar en la Isla de Cuba cinco ingenios, tres cafetales y varias haciendas gracias a los poderes que le confiere la familia de su cuñada, los Lapaza de Martiatu.
Advirtiendo que, con la prohibición de la trata, la entrada de brazos africanos comienza a escasear, consigue apoyos políticos y administrativos para fundar una Compañía Patriótico-Mercantil cuya finalidad es, bajo privilegio real y durante 15 años, contratar expediciones de gallegos pobres y trasladarlos a Cuba para trabajar como colonos.